A pesar de su aparente sencillez y su identificación como afluente de un río de mayor importancia, el Nalón, el Nora transita un espacio de suaves contrastes en una región de montañas como la asturiana, rodeado de una vegetación arbolada autóctona, que con dificultad sobrevive en un lugar ocupado por especies de repoblación.
Ha sido testigo favorecedor del crecimiento de su entorno, en una comarca peculiar donde a lo largo de los tiempos han coincidido pueblos y caminos que poco a poco han modificado el contexto natural de Asturias, dando paso a una de las zonas más relevantes, ya desde el Imperio Romano.
Tiene su origen en las proximidades de Valvidares, una aldea de San Román, a 340 m. debajo de L`Altu la Campa. En su caminar a través del concejo de Sariego recibe agua de otros manantiales, fuentes, arroyos y riachuelos, hasta llegar al vecino concejo de Siero.
Citado en numerosos escritos y manuscritos desde la Edad Media, tiene algunas curiosidades, desde su paso por el Puente Romano de Colloto se convierte en límite natural entre los concejos de Siero y Oviedo; más adelante, después de pasar el Puente Cayés, también es línea divisoria entre Oviedo y Llanera. Un poco más abajo del puente romano de Brañes, de nuevo se convierte en frontera natural, esta vez entre Las Regueras y Oviedo.
Para completar este pequeño y preciso resumen sobre sus datos geográficos, decir que desemboca en el Nalón a la altura de la presa de Priañes (Oviedo), Santa María de Grado y Tahoces (Las Regueras).
Después de dejar atrás Puente Gallegos, el río sigue curveando en su búsqueda del cauce principal hasta llegar a San Pedro del Nora. Aquí, a pesar de su proximidad, en vez de unirse directamente al Nalón prefiere crear un sistema fluvial peculiar y sorprendente, declarado Monumento Natural.
Los Meandros del Nora constituyen una estructura hidrogeológica llamativa, un capricho de la naturaleza que merece la pena contemplar, y para ello una pequeña recomendación: La Ruta de Priañes.
Se puede dejar el coche al lado de la citada iglesia de San Pedro del Nora, muy bien conservada, sin lugar a dudas merece una particular visita, cruzamos el puente sobre el río y en un corto trayecto nos acercamos a un panel informativo de la senda, contemplando la presa del Furacón. Estamos en ruta.
La Ruta de Priañes es una mezcla de agradables sensaciones a través de una senda que nos permite contemplar una joya del Prerrománico asturiano, disfrutar de un agradable paseo rodeados de castaños y otros caducifolios a la orilla del río Nalón y visualizar un peculiar Monumento natural, los Meandros del Nora.
Ascendemos a través de una pista hormigonada hasta la parte alta del monte Moreru, con buenas vistas del entorno próximo a los valles de ambos ríos, en realidad estamos dentro de la península de Priañes.
Después de un corto trayecto llegamos al pueblo, hórreos y paneras se distribuyen a ambos lados del camino en medio de una ambiente típicamente rural, debemos coger la primera desviación a la izquierda hasta llegar a un pequeño parque donde giraremos de nuevo a la izquierda. La escasez de señales puede despistarnos.
El camino, ahora descendente, nos conduce a través de un agradable paraje, entre prados y alguna huertina, hasta llegar al área recreativa, con abundantes castaños, mesas de madera e interesantes paneles informativos relacionados.
La ruta sigue, y ahora el llamativo sendero nos lleva muy próximos al Nalón, a través de su margen derecha, rodeados de árboles caducifolios propios de la zona con numerosos sauces, olmos, abedules y otros.
Poco después de cruzar un pequeño túnel, el sombrío sendero llega a su final en las instalaciones de la central hidroeléctrica de Priañes, sobre el río Nora, poco antes de entregar sus aguas al Nalón.
En esta zona llama la atención el puente colgante sobre el río Nalón, pues al cruzarlo se tambalea un poco. Una vez en la otra orilla, si decidimos continuar por el camino, llegaríamos a la estación de FEVE de Santa María de Grado.
Después de emplear el tiempo necesario contemplando el entorno y los distintos elementos de la central hidroeléctrica, iniciamos el retorno al pueblo de Priañes ascendiendo por la carretera asfaltada, desde donde se observa el embalse. Hay quien da la vuelta y regresa por el mismo camino para disfrutar del encantador sendero cercano al río Nalón.
Al final se llega al mismo lugar, al amplio y bien cuidado parque con la escultura del actor Arturo Fernández, desde donde se coge el desvío para acercarnos al mirador, especialmente preparado, para observar los Meandros del Nora, uno de los objetivos importantes de esta ruta.
Para completar la ruta, siguiendo el itinerario expuesto en el mapa, ya solo nos queda el trayecto desde la aldea de Priañes hasta la iglesia prerrománica de San Pedro del Nora a través de una amplia carretera asfaltada aunque con escaso tránsito. Hay quien prefiere volver a través del monte Moreru hasta llegar a la presa del Furacón, es decir por el mismo camino de la ida.
También podemos conseguir otra perspectiva de los Meandros del Nora desde la orilla opuesta, en el pueblo de Rañeces, donde existe un observatorio especialmente habilitado para contemplar este monumento natural, su flora y su fauna. Por este lugar transita la interesante Ruta de los Lanceros que visita varios pueblos del concejo de Las Regueras.
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